PSICOANÁLISIS

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Goyo Cárdenas, primer asesino serial en México.



GREGORIO CÁRDENAS, EL ESTRANGULADOR DE TACUBA.

Por Sandra Esquivel

 
HISTORIA.
Gregorio Cárdenas Hernández nació en el año de 1915 y fue el menor de 11 hijos. Desde pequeño fue muy inteligente y su la madre depositó en él grandes expectativas de la familia.
Gregorio tuvo su primera relación sexual a los 11 años y fue obligado a casarse.
Desde pequeño presentó diversos padecimientos, entre ellos estrabismo y a una edad mayor, enuresis,  enfermedad que se manifiesta al haber una falla en el control de esfínteres y que puede presentarse en personas muy nerviosas, con poca o nula capacidad de contención o en el caso de haber existido una fuerte estimulación sexual o poseer gran cantidad de agresión contenida. Al mismo tiempo sufría de terrores nocturnos los cuales están relacionados con un inmenso temor a la castración o al abuso sexual.
Acostumbraba visitar prostitutas, no obstante, tenia gusto por el cine, la música, la lectura, etc.  Fue un hombre culto y a demás reconocido por ir bien en la escuela.
Contrajo matrimonio con Sabina González quién estaba embarazada pero más adelante abortó  y se separaron. Sabina le fue infiel y Gregorio desarrolló un odio incontenible hacia aquella y a la vez, creó una imagen devaluada de la mujer.
Todo lo anterior desencadenará lamentablemente los crímenes por los que Gregorio Cárdenas es conocido como “el estrangulador de Tacuba”.


PSICODINAMIA.
En aquella época surgieron muchas dudas con referencia al diagnostico de Gregorio Cárdenas quién en tono sarcástico señaló lo siguiente:
“A mi me examinaron como 48 o 50 médicos… unos señalaron esquizofrenia, psicopatía, otros diferentes tipos de epilepsias, otros debilidad mental a nivel profundo.  Otros paranoia. Si como no.”
Hoy en día contamos con vasta información que nos permite hacer un análisis desde un enfoque psicodinámico enriquecedor.
A Gregorio lo invadía un temor muy fuerte a ser castrado o violado sexualmente (terrores nocturnos) y además mantenía trato exclusivo con prostitutas, consecuencias que podemos relacionar inmediatamente con un complejo de castración y de Edipo no superados del todo.
 En el complejo de castración se asume una sexuación y un lugar respecto a la falta (que se reconoce) y el deseo (que se busca); pero aquel no logra superarlo y persiste entonces ese temor tan grande te la posibilidad de perder su pene.
El complejo de Edipo en términos generales, Freud lo define como el deseo inconsciente de mantener una relación sexual (incestuosa) con el progenitor del sexo opuesto y de eliminar al padre del mismo sexo (parricidio). Ya hemos visto en alguna de las lecturas que justo por esta etapa el niño se lleva una desilusión muy fuerte al descubrir que él no es el único a quien su madre mira, hay otro más, su padre y por lo tanto su aquella es vista como si fuese una prostituta. Sabemos que de niño, Goyo sostenía una relación enfermiza con su madre, Vicenta Hernández, mujer dominante que lo reprimió hasta su adolescencia. Las prostitutas que fueron asesinadas de una manera cruel por Gregorio, pagaron la necesidad de venganza que éste les transfirió por su promiscuidad y aspecto semejante al de su madre.
Por ahí en alguna clase vimos a D. W. Winnicott y tocamos un tema referente a la madre suficientemente buena y concluimos que una madre completamente buena no existe, es irreal; sin embargo una madre suficientemente buena es aquella que identifica y se adapta a las necesidades del niño,  lleva a cabo un buen papel al identificar cuando el niño tiene frio, hambre, sueño, necesidad de afecto, etc. Esto conlleva a la constitución de un self verdadero, es decir, una representación verdadera que formulamos de nosotros mismos.
En contra parte, la madre fragmentada es una madre insuficientemente buena lo que trae como consecuencia el desarrollo de futuros trastornos en el niño debido a que éste también desarrollará un yo fragmentado.

Recordemos el siguiente cuadro:

Apropósito de los estados fronterizos (border line), encontramos aquí al tipo de personalidad límite y platicamos que es una estructura que oscila entre la neurosis y la psicosis:


Pero ¿por qué he llegado a éste tema?, algunos se preguntarán. Gregorio Cárdenas tuvo acceso a libros de psicología y de derecho, lo cual le permitió manipular algunas conductas que tenían la intención de crear una discrepancia entre los diagnósticos de sus examinadores.
En las organizaciones límite (border line, limítrofe, etc.) según vimos en las últimas clases, la sexualidad queda absorbida por la agresión distorsionando gravemente la intimidad y la relación amorosa; fomenta el desarrollo de parafilias en una condensación de metas sexuales y agresivas. Reconoce la castración pero tiene relaciones perversas.
Con todos los elementos antes descritos podríamos ubicar a Goyo en dicha estructura porque:
-Es lábil emocionalmente, lo que significa que sus emociones  suben y bajan sin control alguno, dependiendo del extremo en el que se encuentre.
- En algunas ocasiones, existen ciertas dificultades para contactar del todo a la realidad. Sabemos que el psicótico no tiene contacto con la realidad pero el border si, aunque éste es demasiado difuso o revuelto.
- Tiene mecanismos de defensa demasiado primitivos que a veces se pueden llegar a confundir con los de otra estructura mejor (neurosis) pero esto no es así.
- Como mencionamos en líneas anteriores, el yo se encuentra débil pero no está del todo fragmentado o fracturado como pasa con las psicosis pero no es tan cohesivo como en el caso de las neurosis.
- El border va a presentar rasgos histéricos, obsesivos, esquizoides y a la par, se va a presentar como alguien capaz y apto pero propenso a irritarse o enfadarse por cualquier cosa.
En pocas palabras, el señor no llega a la esquizofrenia ni a la psicosis pero tampoco es neurótico.
Es válido mencionar otro factor a mi parecer es interesante, Gregorio tenia la tendencia de quedarse con los cuerpos de sus víctimas y enterrarlos en el jardín de su propia casa y en éste sentido podemos hacer alusión a Winnicott y a su llamado objeto transicional u objeto material en el cual un infante deposita cierto apego (un muñeco, un peluche, una cobijita, un sonido, incluso alguna parte propia del cuerpo como chuparse el dedo) de naturaleza indestructible. Funge como un objeto que suple ciertas funciones de la madre cuando ésta está ausente. Constituye una fuente de placer y de seguridad para el infante que suele apretarlo, tenerlo cerca y hablarle. Permite al infante constituir un área intermedia entre él mismo y otra persona o entre él mismo y la realidad. Sin embargo, cuando persiste de modo exagerado aparecerá entonces el fetichismo y a su vez, una negación rotunda de la ausencia del objeto. El fetiche tomará la forma de  un objeto de ilusión o fantasía que ocupa el lugar de la carencia que permite materializar el cuidado, seguridad, cariño faltante pero como nos hizo notar el profesor Gerardo, éstos no pueden ser materializados, para ello existe el pensamiento.
Previamente mencionamos que un buen desempeño en las funciones de la madre constituiría un self  verdadero pero ¿qué es el self? Hartman distingue la idea de self del concepto del yo. Mientras que el primero es la representación de sí mismo, el segundo constituye una d las tres instancias de la d la estructura tripartita de la mente. Así el self es una parte de cada una de estas tres instancias.
El self se constituye por la internalización de cierto tipo de objetos con los que el individuo establece un vínculo narcisista: los objetos del self. Para Kohut, los objetos del self son los objetos externos: el padre, la madre, etc. El self cobra importancia progresiva hasta que pronto se transforma en “el núcleo de la personalidad”.
Y ya que estamos nombrando a Kohut, éste cuestiona la importancia del conflicto edípico y de la ansiedad de castración, sugiere que  ambos son el resultado de relaciones poco satisfactorias  con los objetos del self infantiles y de la constitución de un sí mismo debilitado.
Probablemente y desde un punto de vista kohutiano Gregorio fue protagonista de alguna perturbación narcisista de la personalidad pues si mal no recuerdo algunos síntomas en la esfera sexual son las fantasías perversas; en la social, las inhibiciones, la incapacidad para conservar relaciones significativas, actividades delictivas; en los rasgos de personalidad, pérdida de empatía respecto a las necesidades y sentimientos de los demás, tendencia a los ataques de ira incontrolada, mentira patológica, perturbaciones vegetativas en diversas áreas orgánicas, etc.  
La falla primaria en las perturbaciones narcisistas consiste justo en una falta de cohesión del self y ésta falta de cohesión del self de Gregorio Cárdenas podemos adjudicarla a fallas en las respuestas empáticas de sus objetos del self, de sus padres reales (madre que lo reprime y padre que lo abandona).
Antagónicamente, un self fuerte nos permite tolerar las oscilaciones a las que se ve expuesta nuestra autoestima en el transcurso de la vida.
Cuando el sí mismo no s lo suficientemente sólido, ante eventos del tipo que acabamos de describir o incluso ante enfermedades físicas o sufrimientos impuestos por la misma neurosis, puede producirse un quiebre en la estabilidad emocional y surgimiento de perturbaciones narcisistas de la personalidad, hasta entonces latentes.
Gregorio Cárdenas Hernández recibió su condena pero finalmente y después de varios años, logró su libertad. Se sabe que se rehabilitó casi por completo y que se casó nuevamente y más tarde, tuvo hijos. También se sabe que no volvió a cometer actos delictivos a posteriori. En la cárcel, escribió libros, expuso obras de arte, estudio Derecho y Psicología (aunque no en forma) y defendió a varios reclusos.  Podría decirse que el que alguna vez fue conocido como “el estrangulador de Tacuba”, descargó parte de sus pulsiones psíquicas mediante uno de los mecanismos de defensa más sanos como lo es el de la sublimación.

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